12 August, 2016

As fast as you can...

Querida yo del futuro,
Quiero que dediques unos minutos a tumbarte, relajarte y meditar sobre esto. Quiero hacerte unas preguntas, de hecho, lo necesito. Quiero saber si ya conoces todos aquellos rincones que querías conocer, si ya sabes tocar el piano y has perdido ese estúpido miedo a los perros. Quería saber si has leído los millones de libros que siempre has querido leer, si te has movido lo suficiente para trabajar en lo que te gusta, y si has dibujado todas esas imágenes que tenías en la cabeza. Quería saber si has amado de verdad, y si te han amado, y si se te sigue llenando la boca de palabras sobre lo que piensas del amor, que nadie te ha cambiado esas ideas, ni tus valores, y que te encuentras con la persona que quieres, que te hace reír y no te da vergüenza ser tú misma en ningún momento. Saber si conseguiste vivir en Barcelona una temporada, o si sigues ahí. Si llegaste a ahorrar para hacer la escapada de tus sueños, de irte tu sola a Nueva York un mes entero y dormir en un apartamento con el típico ventanal interminable de película, si también fuiste a San Petersburgo y te situaste en todos los lugares donde suena la banda sonora de tu película, de Anastasia. Y si seguiste con la tradición de escuchar otras bandas sonoras a piano para sentirte en paz, porque de lo de escuchar a Alejandro Sanz cuando estabas triste la verdad que no me interesa preguntarte ahora. Quiero saber si has conseguido formar una familia, si tienes una niña que se llama Carolina, Leonor o Anabel, porque ese era casi tu mayor sueño. Me gustaría que me contaras si aprendiste a conocer a las personas, si no dejaste que te rompieran el corazón ninguna vez más, y si sigues conservando a aquellos amigos que, hace años, ahora mismo en mi caso, considerabas eternos. Y por preguntar quiero saber si sigues sintiendo que estés donde estés, el abrazo de tu hermana sigue siendo casa y paz, y que tu madre y el resto de tu familia fueron, y son, felices, y que tu aportaste para que lo sean. Quiero que me respondas a esta carta diciéndome si de verdad también llegaste a odiar, o si sigues considerando que es mejor no sentir y que el odio sigue siendo un sentimiento mayor que la indiferencia. Saber si eres fuerte, si sigues teniendo las lloreras que tenías cuando te derrumbabas y llorabas hasta quedarte dormida, y después te despertabas diciendo que basta, que ya era hora de comerse el mundo. También espero que hayas dejado de compararte, que te sientas bien contigo misma porque eres perfecta en todo lo que puedes, y tienes que quererte porque tengo todas mis esperanzas puestas en ti, porque quiero que hayas llegado a conseguir todo lo que querías, y estoy segura de que poco a poco lo has conseguido. Quiero que me digas, de verdad, que a pesar de todos los baches sigues siendo feliz, como antes. Que nadie te ha hundido y que sigues siendo la persona más alegre que hay. Madre mía, espero tan de corazón que estés bien tú y las personas que quieres... Y espero que no se te hayan quitado las ganas de escribir, que te de igual que te lean o no, pero que tengas esas noches mágicas en las que sólo te apetece abrir tu cabeza y tu corazón, y soltarlo todo. Espero que sigas girando la cara porque te de vergüenza emocionarte con todas las películas que ves, y por supuesto que sigas siendo leal a las películas de dibujos. Quiero que me digas que te dan igual tus cicatrices y tus arrugas, porque son símbolos de haber vivido. Espero que hayas dejado la sensación de que todo el mundo te acaba dejando de lado, que se cansan de ti o que la gente sólo te busca para entretenerlos, porque si sigues manteniendo personas de antes, será que de verdad te quieren. Ojalá no tengas más problemas en la piel, y que todos tengáis buena salud. Remárcame en negrita en tu respuesta que todos sois felices, porque necesito tenerlo claro. Espero que sigas odiando que te miren los pies, y que sigas jugando con tu colmillo salido y el labio inferior, porque son manías tuyas, igual que taparte las orejas, porque son bobadas y ya hace años que te dan igual los complejos, pero las manías son parte de ti. Espero que aprendieras a saber en quién confiar, que no te abalanzaras como hacías antes confiando a los dos días, aunque imagino que habrás tenido mil excepciones más. Ojalá hayas conseguido doblar a un personaje con la voz de niña que sabías poner, y que espero que la sigas poniendo. Quería saber también, si encontraste hueco para comprar y pusiste la casa de muñecas que llevas mirando desde antes de la comunión. Sigue aprovechando el tiempo, por favor, porque con menos de 20 años ya tenías claro que el tiempo era oro. Espero que hayas arreglado todos los problemas que tenías hasta ahora, y que te sientas bien contigo misma, que pidieras perdón y perdonaras. Que sigas siendo tú y todo lo que conlleva ello, lo bueno y lo malo. Y, sobre todo, espero que te quieras un montón, como yo te quiero ya.