28 January, 2015

Y si sale cruz habrá que echarle cara...

26 January, 2015

Co-razones

De pequeño, nos mandan aprendernos de memoria ridículas poesías que ni siquiera te gustan, al igual que muchos libros que mandan los profesores y, cuando crees que todo lo relacionado con leer es una mierda, aparecen libros que emocionan más que muchas situaciones reales, y lees poesías que aprendes de releerlas con mucho gusto.
Esto me viene la cabeza porque hoy he llorado con un libro, cuando ni aún una película lo ha conseguido (sí, a punto estuvo de hacerlo Toy Story 3). Llorar por ello me ha hecho ver más claro estas cosas, recordar la poesía y darme cuenta de que sigo sabiéndola entera, y es que, qué envidia me da la gente capaz de hacer estos tesoros...



No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza
por eso de que sus caderas...

ya sé de sobra que tiene esa sonrisa
y esas maneras
y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da.

pero además la he visto seria ser ella misma
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.

por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas
y cómo se revuelve sobre las baldosas
y qué facil parece a veces enamorarse.

todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo
de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...

todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.

pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente
para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas.

no sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece,
luego te abrace,
y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.

así que supondrás que yo soy el primero que entiende
el que pierdas la cabeza por sus piernas
y el sentido por sus palabras
y los huevos por un minimo roce de mejilla.

que las suspicacias,
los disimulos cuando su culo pasa,
las incomodidades de orgullo que pueda provocarte
son algo con lo que ya cuento.

quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada,
que hace tiempo que escribo los míos.

que yo también la veo.
que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.

que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.

que conozco su voz en formato susurro
y formato gemido
y en formato secreto.

que me sé sus cicatrices
y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría,
y me sé lo de sus rodillas
y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra.

que yo también he memorizado su numero de telefono
pero también el numero de sus escalones
y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.

que no solo conozco su última pesadilla,
también las mil anteriores,
y yo sí que no tengo cojones a decirla que no a nada
porque tengo más deudas con su espalda
de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).

que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella,
rendida a ese puto milagro que supone que exista.

que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos,
y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino,
y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.

que lo de "mira sí, un polvo es un polvo",
y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas
y solo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.

que te entiendo.
que yo escribo sobre lo mismo.
sobre la misma.

que razones tenemos todos.

pero yo
muchas más que vosotros.

25 January, 2015

24 January, 2015



Parece que cuando sabes todas las respuestas te cambian todas las preguntas. A veces, solemos perdernos y tardar más de lo que nos gustaría en encontrarnos. Y yo soy experta en eso, en perderme, y acabar echando todo a perder.
No es fácil sentirse fragmentado. No roto. Sentir que estas dividido en diferentes partes, unas más grandes que otras, y que cada una pertenece a alguien. Saber que, si a ese alguien le pasa algo, una parte de ti siente lo mismo que esa persona. Pero la tuya, mi parte que está en ti, es más grande que lo que queda de mí. Tanto que no puedo con ello. Que no se agarrarla bien. Que se siente tan cuidada contigo que no quiere perderse, y es un problema, porque dicen que como en casa en ningún sitio, y empiezo a darme cuenta de que mi casa está donde estás tú. Y ahí es donde tengo que encontrarme, en casa. Lo difícil del caso es, que dicen que todos los caminos conducen a Roma, que, vayas por donde vayas, llegas, pero el problema es el camino, la salida que hay que tomar. La salida que me he saltado mil veces y me hace perderme más al volver.

21 January, 2015


Ojalá un poco más de tiempo para leer. Los libros tienen maravillas. 

(Bajo la misma estrella)

20 January, 2015

13 January, 2015

Y a mí que me encantan los martes y 13, sólo por el hecho de no parecer la única que persona que tiene miedo...

11 January, 2015


Todo al revés, hasta las fotos.

09 January, 2015

Ru(t)ina

Qué bien sienta a veces volver a la rutina. Quizá a muchos, no les guste, probablemente a la mayoría. Llevar un horario con todo, hace que a veces te sientas reprimido. Pero qué desastre es cuando no hay organización, cuando pierdes el tiempo haciendo cosas que no son nada productivas  y que, probablemente, muchas puedan acabar haciéndote daño. Para mí, la rutina es volver a ver a tu gente, y a las personas que siempre quieres ver y no sabrías cómo de no ser por la rutina; es organizar la cabeza, quitarse tiempo para pensar, y ayuda. Quizá sea rara como muchos dicen, y supongo que adorar la rutina, los domingos, la lluvia y los martes y 13 no son algo que le guste a mucha gente, pero siempre son cosas que no pasan desapercibidas. La gente se queja por la rutina, pero cuando no contamos con ella se altera mucho la vida de cada uno; se quejan de los domingos porque al día siguiente es lunes, y yo lo veo como un día de descanso y preparación para soportar mejor cada semana; de la lluvia, siempre se quejan, pero qué sería de mí sin el olor a tierra mojada; y los martes y 13 que tanto asustan, y yo, que soy la persona más supersticiosa del mundo, me encanta ponerlos a prueba.
Y no sé, hoy comienza una nueva rutina, la primera del año. De, probablemente, el año con más decisiones y cambios con uso de razón: la mayoría de edad, la carrera universitaria, el carnet de coche y, no sé, me da por pensar que hoy sigo aquí, tranquila pero con miedo por los meses tan estresados que me esperan, pero no tengo ni idea de dónde acabaré. Me había planteado irme de valladolid, pero estos últimos días me está atando algo que veo futuro, pero quién sabe, es una situación tan complicada que ni la escasez de tiempo libre que te deja la rutina podría evitar que me comiera la cabeza. Con la rutina veo gente que no querría volver a ver, pero quien importan son las personas que sí quiero, y quizá tenga un lío enorme en la cabeza por las emociones que siento cuando veo a algunas personas en concreto. Me espera una rutina muy complicada, tanto por los estudios, como por la tensión desagradable, que ojalá no existiera, con personas concretas. Pero tengo que poder, con todo esto y con más, sea sola o sea acompañada. 

02 January, 2015

Dicen que el primer amor es el que nunca se olvida, pero eso no es lo malo, el problema son las consecuencias que trae. Sea por lo que sea, durante el primer amor siempre hay algo que produce dolor, y nuestra mente parece activar un sistema de autoprotección que guarda memoria, anticuerpos. Una capa que protege, que nos encierra en una coraza permanente, y jamás vuelve a dejarte querer, no vuelves a enamorarte por más que busques destruir la capa. Quizá no le ocurra a todo el mundo. Es como quien siempre lleva paraguas aunque no llueva, sólo por el miedo de que pueda hacerlo.
No es un cambio, es un freno. Un freno que, cada vez que algo te hace daño, disminuye la velocidad hasta pararte del todo, dejarte en punto muerto y con esa sensación, frío. Como si estuvieras cubierta de un plástico de burbujas que necesitas que exploten, y a veces alguien consigue aflojartelo lo justo para llenar los pulmones y sentirse libre. Hasta que caes de nuevo y la vida se convierte en un bucle. Tu mente te protege de un miedo del que, al final, te das cuenta que lo necesitas, necesitas aprender a vivir con él para ser fuerte. Y todo esto por el primer amor, al que refuerzan las siguientes roturas de corazón.

Y no sé... Me gusta el frío, me calienta el corazón

01 January, 2015

Por qué, por qué no me paraste en abril, por qué no hiciste lo que habías pensado todos los días que dijiste, por qué esperaste a que acabara con un subnormal y cambiara lo que pensaba de ti, y por qué ya no he podido volver a pensarlo..


"Me culpa, me dice que he cambiado, como si nunca hubiera dejado de hacerlo"

Dicen que las personas no cambian, que crecen, pero eso se lo aplica alguien a sí mismo, y critica los cambios de los demás. Y es que a veces no se cambia por gusto, sino porque te hayan cambiado, o por necesidad. Culpar de no hacer algo a alguien por haber cambiado sin pararse a pensar por qué lo ha hecho.
(Y es que quizá, yo haya cambiado a peor para algunos, sólo por el hecho de dejar de hacer lo que quieren los demás y pensar un poco en mí, ya que si no lo hago yo, no lo hace nadie)
Bienvenido 2015, y que pase lo que tenga que pasar...