19 July, 2014

Take risks and conquer your fears

Todos tenemos algún tipo de miedo. Unas veces, sabemos a qué, son miedos fáciles de reconocer, como el miedo a las arañas, a la oscuridad, a un examen, etc. Miedos que podemos llegar a controlar.
Están también los miedos que pueden llevar nos a ponernos enfermos, perder el trabajo, o algo por el estilo. Se controlan peor, pero sabemos dónde están.
Hay otros más eficaces que no van vestidos de ningún tipo de miedo, sino de otra cosa. El más común es el "no me interesa” o “no me preocupa", incluyendo también el "no me importa". Son del tipo del miedo a la muerte, a la soledad.
Y por último, está el peor de los miedos, el padre de todos ellos; el miedo a perder a alguien, a alguien que te importa demasiado.

13 July, 2014

“La mejor parte de cada beso es el momento previo a besarse. El redoble antes de la acción”.

11 July, 2014

Quitarse horas de sueño por no parar de pensar nunca ha sido saludable. No estaría de más decir que es en ti en lo que pienso y, que a veces no es tan importante dormir, si se consigue estar despierto y soñando a la vez. Puede ser que no, que no sea saludable. Pero ser tan feliz sí lo es.

10 July, 2014

Quizá su forma de andar, su olor, su manera de hacerme reír, de hacerse el interesante o de hacerse de rogar, sus besos, sus miradas, su cuerpo o, quizá, lo guapo que se pone cuando se enfada...

07 July, 2014

Quien tiene magia no necesita trucos

Que justo esté sonando una de mis canciones favoritas, "Una foto en blanco y negro" de uno de mis grupos favoritos,  y diga la frase "como si hubiéramos ganado por habernos conocido" no puede ser casualidad.
Dedicamos gran parte del tiempo buscando a una persona en concreto que no sabemos ni quién es. Probamos a conocer varias, y acabamos viendo que no son lo que buscamos, por muy confundidos que estemos, al final nos damos cuenta de que somos incapaces de hacer que alguien cambie, y que, de hecho, no deberíamos ni intentarlo.
Parece mentira que vuelva a querer escribir más chorradas de estas, y lo estúpida que me siento haciéndolo, pero no pienso que sean chorradas cuando pienso que es escribir acerca de alguien diferente. Diferente, que buena definición para ti.
En abril de este año, llevaba más de 8 meses en un bucle que no tenía salida, o mejor dicho, que sí la tenía,  pero yo no la quería ver. Es increíble cómo a veces podemos llegar a ser tan idiotas de intentar hacer que nos quieran, sin darnos cuenta de que de donde no hay, no se puede sacar. Cuando parecía que ya no iba a escapar de ahí, apareciste tú y me sacaste como que no quiere la cosa, no se ni cómo, ni cuándo, y tampoco sé por qué tardé tanto en darme cuenta de que eras tú, y cómo conseguiste ser tanto en tan pocos días, cómo conseguiste hacerme sentir tan bien en menos de una semana, tanto como para que me arriesgara a poder hacer daño a una de mis mejores amigas.
Y ahora, casi tres meses después,  soy una versión nueva de lo que era antes,  una versión mejorada que quiere ser mejor gracias a ti, un arreglo de la "Henar apagada" que había hace escaso tiempo. Y parece mentira que en tan poco tiempo alguien pueda mejorar tanto a otra persona, y hacerla sentir tan bien. Hacía años que nadie me miraba como tú, y es raro cómo importan a veces las miradas, pero la tuya es distinta. Podría pasar horar mirándote a los ojos sin decir nada, porque tengo la impresión de que sabes todo lo que pienso sólo con mirarme a los ojos. Llevar horas, o días sin ti y que tu colonia siga en mi cabeza, incluso que respirar más fuerte como si estuvieras aqui me haga sentir bien.
Estar ilusionada es la mejor sensación que alguien puede vivir. Y creas o no, me da miedo no tener miedo. No tener miedo de que me desilusiones, de que me hagas daño. No tener miedo de esto por tu definición. Diferente. Y no veas lo que vale alguien así. Tú no vas a hacerme daño, y yo a ti tampoco. 
Eres tú, y lo peor es el tiempo que llevaba sabiéndolo sin poder decirlo. Con tus manías y tu defecto, defecto, en singular, es una faena que no tengas cosquillas. Y tus manías como hacer sonidos con la boca, quitarte cada tres o cuatro besos, los chicles de menta que hace dos meses odiaba y ahora me gustan por ti, tu obsesión por los zapatos limpios, o la precisión con la que te colocas la gorra. Por no hablar de tu sonrisa, de los hoyuelos, de tu voz, repitiendo que adoro tu olor, y por supuesto tus ojos.
Y quién sabe si me estoy equivocando, si en realidad no eres diferente, pero algo me dice que lo  eres, y aún no ha habido ni un detalle que me haga pensar lo contrario. 
Después de mucho tiempo soy terriblemente feliz, y lo has conseguido tú. 


Looking right at the other half of me

Plantarme en el blog de siempre, leer las entradas que una vez puse y sentirme un poco ridícula no puede ser sano.
No me sorprende que el 90% de las publicaciones de este blog, así como los de cualquier persona, sean deprimentes y confusas, de momentos de rayadas y lloreras, supongo que es normal.
Y tampoco entiendo por qué nos sentimos más cómodos con nosotros mismos cuando escribimos lo que pensamos, cuando nos ponemos los cascos y un montón de palabras sin sentido parecen aparecer solas en una pantalla.
Mi vida ha dado una vuelta de 180 grados, tal cambio que pensaba hacer un blog nuevo para alejarme de todas las entradas que he escrito en malos momentos, que me recuerdan a noches y noches llorando. En cambio,  ahora sé que las pocas personas que leían esto ya no lo hacen, así que... ¿por qué no mejorarlo con una dosis de alegría de mi nueva vida? Y aquí estoy, he pasado muchas páginas y he acabado un libro y, sin buscar, me ha aparecido otro libro en las manos hace pocos meses, y podría llenar miles de páginas con detalles de estos meses, y lo gracioso es que esto no es ni el comienzo.